El Cristo Eterno
Es fundamental para poder comprender los elementos espirituales en relación a JesúsCristo partamos de la base que debemos buscar siempre la información desde su fuente, por lo mismo cuando queremos indagar sobre JesúsCristo la fuente más cercana que tenemos son los Evangelios, y es allí donde podemos encontrar elementos donde JesúsCristo habla de sí mismo y además tenemos otros testimonios de quienes compartieron con en Él hace más de 2.000 años.
Seguramente habrás escuchado hablar de Cristo y de Jesús como si fueran lo mismo y eso no es así. Si aplicamos el principio de ir a la fuente nos daremos cuenta que Juan en la introducción a su evangelio declara que el Cristo, el Verbo, era desde el inicio con el Origen de Dios y que hay una cualidad creativa en él (Juan 1;1-4), y por otro lado JesusCristo declara que su origen no es de este mundo sino que es de otro lugar. (“Yo vengo de arriba…” Juan 8:23 )
Estos dos pasajes del evangelio nos llevan a reflexionar sobre un concepto fundamental sobre qué es lo divino. Lo divino está definido por el diccionario como algo que es perteneciente o relativo a Dios, cuando hablamos de lo divino estamos hablando de algo que no es humano, sino que es algo superior a lo humano. Uno con toda razón podría preguntarse ¿Qué tiene que ver lo divino con lo humano? y es en esta pregunta donde la fe es clave, porque si nos consideramos personas de fe en Cristo y lo reconocemos como la encarnación de un Dios, entonces debemos creerle a Cristo y hacer viva nuestra fe, es decir, sostener la fe en experiencias y vivencias espirituales con Cristo estando en esta existencia humana.
La Fe que JesusCristo y los apóstoles mencionan en los evangelios, en especial el apóstol Pablo, es justamente la Fe de la certeza, de algo real que se sostiene en una experiencia, algo que es vivo en la persona, y por lo mismo esa experiencia puede ser transmitida a otros. El mismo JesusCristo le declara a la Samaritana en el pozo de Jacob que El Padre es Espíritu (Juan 4:24-26), así en este contexto, cuando hablamos de una divinidad estamos de frente a algo que no es humano, sino que es espiritual, es decir, JesusCristo es el verbo del Padre hecho hombre, es la encarnación del Cristo Dios en Jesús el hombre. No es un maestro, no es un profeta.
Si le creemos a JesusCristo, él nos entrega claves espirituales que hasta ese tiempo eran desconocidas para los seres humanos, ¿Podríamos comprender las revelaciones de Cristo si las miramos de acuerdo a nuestra realidad cultural o social? Si fuera así, en Europa no sería igual que en América o en Asia, y por ende lo espiritual no sería universal.
Qué su naturaleza y sus modos de razonar y dialogar no son humanos, sino que divinos, por lo tanto, hay algo que nos vincula a los seres humanos con esa realidad superior, en general desconocida, y revelada por JesusCristo, y es el Espíritu.
JesusCristo abre las puertas para relacionarnos con esta realidad por medio de su calidad de Dios, y para ello establece que se requiere fe y disposición a seguir aquello que nace del Espíritu del Padre que Vive en cada uno de nosotros.
El Movimiento de Fe Crístico enseña y promueve las herramientas espirituales que Cristo nos enseña para poder conocerlo y acercarnos a la vivencia de la Fe que nos permite tener un vínculo directo y personal con Él, por medio principalmente de la Oración y la meditación Crística, de manera que cada persona que quiera profundizar en su relación con el Verbo del Padre pueda hacerlo sabiendo que somos templo del Espíritu.